Con orgullo cajista

No pudo ser. No se ganó al mejor equipo de baloncesto que hoy dia juega en Europa, pero el orgullo y el honor, son a partir de hoy dos calificativos que tendrá por bandera el equipo entrenado por Joan Plaza.

Ni en las mejores épocas vividas en Sevilla el equipo consiguió un 'triunfo' de tal manera. Llevo dos dias escuchando por todos lados, el 'que pena que el cajasol perdiera, pero jugó muy bien'. En pocas palabras, jugó como un campeón. Sin rendirse cuando iba perdiendo de 12, ni creyéndose nada cuando vencía por 11 en los primeros minutos. Hasta el último cuarto tuvo posibilidades de vencer, aún cuando la zona defensiva 2-3, esa que tantos dolores de cabeza estaba dando al equipo sevillano, fue el mejor arma para jugar. Lo mismo que su propio bloque, que en momentos desquició a Navarro, Ndong y compañía, y dejando la dirección del gran 'Ricky Rubio' en una mera actuación de jugador mediocre.

Después, el tú a tú, fue superior el equipo culé, ya que se nota la calidad de sus hombres, y porque, aunque el ahínco de continuar por conseguir la 'machada' era superior a los 40 minutos que dura el encuentro, los balones no entraban y eso lastró mucho el final del encuentro.

Aunque el Barça dejó notar cual es su talón de Aquiles, Xavier Pascual. No supo leer el partido, y Joan Plaza supo buscarl en todo momento las cosquillas. Se vió quien es mejor estratega en el campo, se vió quien hace que sus jugadores hagan las cosas como las saben hacer aprendiendo de un pizarra, y no por talento. Se critica mucho al Madrid de futbol porque solo tiene estrellas, pues al Barça le ocurre tres cuartos de lo mismo. Su entrenador debe hacerse aún un hueco en la ACB.

Sin embargo, no pasa nada, el equipo no se va derrotado, creo yo. Se va con una moral muy alta, y sabiendo que estuvieron a punto de conseguir, lo que ningún equipo ha conseguido hoy, vencerles en un partido importantísimo.